Qué consecuencias legales hay por no declarar enfermedades

La asegurabilidad es un tema crucial en el ámbito de las pólizas de seguro, especialmente en aquellos relacionados con la salud. Las compañías de seguros evalúan el riesgo de un posible siniestro al analizar la información proporcionada por el solicitante, y este análisis se basa fundamentalmente en la salud preexistente del asegurado. Sin embargo, la honestidad en este proceso es primordial, ya que la ocultación o la falsedad de información pueden acarrear graves consecuencias legales, que van desde la anulación de la póliza hasta sanciones penales.
La complejidad de las regulaciones y las políticas de cada aseguradora hacen que sea fácil, aunque no excusable, cometer errores. Es vital comprender que la información proporcionada es la base para la evaluación del riesgo y la determinación de las condiciones y el precio de la póliza. Un incumplimiento en este sentido, por lo tanto, socava la confianza en el contrato y abre la puerta a un escenario legal desfavorable para ambas partes.
La Ocultación de Enfermedades Preexistentes y la Responsabilidad Contractual
La responsabilidad contractual es el eje central de este tema. Al contratar un seguro, se establece un acuerdo legal entre el asegurado y la aseguradora, basado en la información proporcionada honestamente. Ocultar información relevante sobre una enfermedad preexistente implica una violación de este acuerdo, considerándose un incumplimiento de contrato. La aseguradora puede, en este caso, optar por la rescisión del contrato, es decir, la anulación de la póliza.
Este acto de ocultación se interpreta como una acción dolosa (intencional) o negligente (falta de diligencia) por parte del asegurado. La ley protege la buena fe en las transacciones comerciales, y la falsificación o la omisión deliberada de información, especialmente aquella relacionada con la salud, se considera una falta grave. No basta con un simple error; debe haber una intencionalidad o una negligencia que lleve a la ocultación.
Además, la jurisprudencia ha establecido que la evaluación del ánimo de la parte es fundamental. En muchos casos, se analizará si el asegurado tenía conocimiento de la enfermedad y, a pesar de ello, decidió no informarlo, lo que refuerza la gravedad de la conducta. Las compañías de seguros suelen contar con mecanismos para detectar estas ocultaciones, como la revisión de historiales médicos o la solicitud de información adicional.
Implicaciones en la Denegación de Reclamaciones
Una de las consecuencias más directas de no declarar enfermedades es la denegación de la reclamación en caso de siniestro. Si posteriormente el asegurado sufre una enfermedad por la que no lo había informado previamente, y esta enfermedad le causa un daño que podría ser cubierto por la póliza, la aseguradora puede negarse a pagar la indemnización. Argumentará que la póliza se basó en información falsa o incompleta, y que el contrato se ha visto afectado por la falta de honestidad.
La legitimidad de la denegación depende de la gravedad de la enfermedad y de la relevancia de la información omitida para la evaluación del riesgo. Si la enfermedad es muy grave, o si la ocultación es significativa, la aseguradora tiene un argumento más sólido para negar la reclamación. No obstante, la aseguradora debe demostrar, de manera fehaciente, que la información omitida era esencial para la evaluación del riesgo inicial.
Es importante destacar que la historia clínica es fundamental. Las aseguradoras a menudo solicitan acceso a los historiales médicos del asegurado para verificar la información proporcionada. En caso de discrepancias, la aseguradora podrá cuestionar la veracidad de la declaración del asegurado.
Sanciones Penales y Responsabilidad Civil

En casos más graves, la ocultación de enfermedades preexistentes puede acarrear sanciones penales. En muchos países, la falsificación de documentos o la comisión de fraude en el ámbito de los seguros está tipificada como delito, con penas de prisión y multas. La gravedad de las sanciones depende de la legislación específica de cada país y de la naturaleza de la ocultación.
Además de las sanciones penales, el asegurado puede ser objeto de una demanda por responsabilidad civil. La aseguradora, al ser perjudicada por la falta de información, puede demandar al asegurado para reclamar los daños y perjuicios sufridos como consecuencia de la ocultación. Estos daños pueden incluir la pérdida de beneficios derivados de la póliza, los costes de litigio y las costas judiciales.
La existencia de un delito contra el orden económico, como el fraude en seguros, puede escalar la gravedad de las consecuencias legales, ampliando las posibilidades de castigo y las responsabilidades económicas.
La Importancia de la Transparencia y la Declaración Completa
La transparencia en la contratación de un seguro es esencial para evitar problemas legales en el futuro. El asegurado debe proporcionar información completa y precisa sobre su estado de salud, incluyendo todas las enfermedades preexistentes, tratamientos médicos previos y medicamentos que esté tomando. Es fundamental responder a todas las preguntas formuladas por la aseguradora de manera honesta y sincera.
La declaración completa de la salud es una obligación legal y moral. No se trata solo de cumplir con los requisitos de la póliza, sino de actuar con buena fe y de respetar la confianza que se establece entre el asegurado y la aseguradora. Recuerda que las compañías de seguros tienen derecho a verificar la información proporcionada y a rechazar una póliza si la información es falsa o incompleta.
La honestidad y la transparencia son las claves para una contratación de seguro sin complicaciones y con la seguridad de que, en caso de necesidad, la póliza estará en condiciones de cubrir los daños.
Conclusión
En definitiva, las consecuencias legales por no declarar enfermedades son serias y pueden variar desde la anulación de la póliza hasta el pago de multas y la responsabilidad civil. La ocultación de información relevante es una violación del contrato de seguro y puede tener un impacto significativo en la capacidad del asegurado para obtener una cobertura en el futuro. La ética profesional exige, además, que se informe con total honestidad.
Por lo tanto, es fundamental que los potenciales asegurados lean cuidadosamente las condiciones generales de la póliza, respondan a todas las preguntas de manera completa y precisa, y sean honestos sobre su estado de salud. La prevención, a través de la transparencia y la declaración completa, es la mejor herramienta para evitar problemas legales y garantizar la cobertura de la póliza en caso de necesitarla. La confianza, tanto en la aseguradora como en el asegurado, es un pilar fundamental para una relación comercial satisfactoria y libre de conflictos.
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